En este cuadro podemos ver el vestíbulo de un hotel con un alienigena hablando por teléfono, un hombre con cabeza de calabaza con una bomba atómica arriba de el suspendida en el aire y de fondo una vaca con una guitarra eléctrica.
La idea para hacer esta composición surrealista me vino por un sueño que tuve mientras escuchaba música electrónica experimental a altas horas de la madrugada, el sueño era precisamente la de un alien, propietario de un hotel, que me llamaba para decirme que mi reserva de hotel había sido cancelada bajo amenaza de bomba atómica. Lo cual era un preludio del subconsciente provocada por el coronavirus, pues esta epidemia esta afectando negativamente al turismo.
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